Ayer martes fue, por fin, el debut en sociedad de una hija por adopción pero que ya siento propia. «199 Recetas Para Ser Feliz» tuvo su avant premiere y su función de prensa. El estreno a todo público es mañana, con 15 copias, así que la podrán ver con calma en su cine preferido (y también en los otros).
Es mi primer parto, así que estaba nervioso. El lunes y el martes decidí dedicar tiempo completo a cosas de la película, pero más que nada estuve sentado revisando mails y comiéndome las uñas. Cuando la máquina está andando, ya hay poco que hacer aparte de ponerse nervioso. Al final salió todo casi perfectamente bien y recibí algunas felicitaciones que eran como las que recibe el abuelo cuando tuvo un nieto. Él no lo parió, pero lo felicitan igual, porque bueno, es lindo el niño.
Ahora los dados están echados. Sabemos que es una película que la gente ama u odia, casi sin terminos medios. Jugada, emocionante, con peros y momentos grandiosos. Una película para ver en pantalla grande, pero sobretodo para escuchar en una buena sala con sus 6 canales bien calibrados y a buen volumen. Con 199 aprendí la importancia del sonido en una película.
Sí, estoy un poco chocho y sí, fue emocionante ver mi nombre en pantalla grande. La guagua no es mía, pero yo abro la champaña.
El Escribidor. 