El Escribidor.

miércoles, 21 marzo 2007

«Largo Viaje»

Filed under: Patricio Kaulen,Posts de Pelicula(s) — Miguel A. Labarca D. @ 11:22 am

Había escuchado mucho de «Largo Viaje» sin haberla visto nunca. Es de esas películas fundacionales del cine chileno, de esas que muchos comentan, pero al final pocos ven, un Mio Cid Campeador del cine nacional que ves en la escuela de cine, pero si no, difícil que alguien te anime a hacerlo.
Bueno, ojalá éstas lineas contribuyan a que alguien se anime. Porque la película es absoluta y totalmente sorprendente.
La premisa suena mamona y sentimentaloide: un niñito pobre recorre santiago para entregarle un par de alitas a su hermanito que las necesitará para, digamos, emprender un «largo viaje». Por momentos la película es naive y algo simplista en su retrato de una ciudad dividida en la que la inocencia es fulminada a balazos por los ricos y a piedrazos por los pobres. Pero en otros momentos agarra un vuelo fantástico en el que el esperado neorrealismo, a fuerza exageración, atrevimiento de bajo presupuesto y juegos narrativos impensados para la época, se transforma en un surrealismo sobrecogedor y casi demoníaco. La escena del velorio y del viaje en micro con «el bultito» son de esos momentos que uno no podrá olvidar, aunque trate.
Hay observaciones notables, como la escena del asensor y varias escenas que parecen cariñosas copias de otras películas… sólo que ésta es anterior a ellas. La pelea bajo el mapocho, por ejemplo, me pareció un flash de «La Naranja Mecánica». Y toda la estructura «coral» es algo que ahora, treinta años después, vemos practicado y repetido hasta el cansancio.
Mención aparte merece la experiencia de ver lo increíblemente distinto que es el Santiago actual del Santiago al sur del Mapocho al que aparece en la película y lo impresionantemente igual que sigue siendo al norte del Mapocho. Ayer estuve en Avenida La Paz y creo que hasta los hoyos son los mismos.
La peli está en Bazuca y además está siendo distribuida en librerías por la editorial UQBAR, quienes me invitaron a un lanzamiento de un libro sobre cine chileno de Ascanio Cavallo en el que proyectaron «Largo Viaje». La gracia, además de verla en pantalla grande y escuchar a Cavallo y Héctor Soto diciendo -ahora veo que con razón- que la película era una joya injustamente escondida, fue que estaba presente el niñito-protagonista, ahora un cincuentón tímido con cola de caballo que se paró a saludar como pidiendo disculpas y que además es hijo de el director, Patricio Kaulen, quien, al parecer, no tuvo en vida el merecido reconocimiento por éste tremendo viaje hecho película.

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