El Escribidor.

viernes, 23 febrero 2007

Marzo y el camión cargado de pupitres.

Filed under: Posts de la vida. — Miguel A. Labarca D. @ 4:21 pm

Hoy tuve una visión callejera de esas pocas al año que me hacen lamentar no tener un celular con cámara de fotos. Imagino que si lo tuviera, lamentaría lo mal que salen las fotos, así que será mejor conservar el recuerdo y describir la instantánea.
Caminando por Manuel Montt con calor seco y cemento brillante vi un camión, grande y viejo, cargado hasta el tope de bancos escolares. Pupitres, creo que es la palabra precisa. Pupitres individuales, silla y mesita en uno. Formalita imitación madera. Deben haber sido doscientos o más bancos amontonados. Y el chofer y el pioneta parecian arrepentidos, tristes, acalorados, melancólicos de cargar con carga semejante.
¿Por qué fue necesario mover esa cantidad de bancos escolares? ¿Un cambio de dirección, renovación de material?
¿O simplemente una perversa burla divina para recordarnos que el verano termina y que, aunque hayamos salido hace mucho, todos los marzos, volvemos inevitablemente a clases?

martes, 20 febrero 2007

«Hijos del Hombre»

Filed under: Alfonso Cuarón,Posts de Pelicula(s) — Miguel A. Labarca D. @ 12:53 pm

Children of Men es una película sobre la esperanza y es una película que llena de esperanza. En el cine. En las buenas historias. En la posibilidad de hacer una película buena e inteligente, pero al mismo tiempo entretenida, sin pausa y atrapante. Con gran presupuesto, pero jugada y sorprendente. Emocionante, creíble y sorprendente, qué sencillo decirlo, qué difícil hacerlo.
¿Qué les pasa a los mexicanos que están pariendo tan buenos directores?
Sólo he visto «Y tu mamá también» de Cuarón, pero ahora tengo ganas de verlas todas, incluída su Harry Potter, con lo que Andrea estará dichosa.
Pero Children… es más que un director. Es de esas películas bendecidas por las estrellas. Todo acá está bien. El guión es casi perfecto y, cuando no lo es, es intencionalmente imperfecto, tomándose licencias de verosimilitud o sentimentalismo que uno rechazaría en cualquier otra película, pero que acá, siendo todo tan insuperablemente bueno, uno compra a ojos cerrados y con una sonrisa.
El Futuro, año 2027 está perfecto. Es un futuro oscuro, sucio, al estilo de las películas setenteras de big brothers, pero maravillosamente bien pensado y construido. Es futuro, pero se parece demasiado al presente, como lamentablemente terminan siendo todos los futuros. La dirección de arte y el cuidado en los detalles está soberbia, las actuaciones, los detalles… esos planos secuencias de acción… por favor… cómo filmaron esas cosas. Cuarón se dio cuenta y, gracias a Dios, tuvo el presupuesto, de que no por filmar una película «seria» tenía que hacerla sobria. Acá tiraron toda la carne a la parrilla, lo que en el contexto de una película con ambiciones artísticas es una apuesta super jugada y se agradece. O bueno, yo la agradezco, la agradecí mucho todos y cada uno de los minutos que estuve sentado viendo ese pequeño milagro.
Aún tenemos Ciencia Ficción, ciudadanos. Simplemente corran a verla.

sábado, 17 febrero 2007

Rebotando.

Filed under: Posts de la vida. — Miguel A. Labarca D. @ 3:58 pm

Una persona puede caer muy bajo: robo, asesinato, mentira, violación… la lista es interminable y desagradable.
¿Pero qué tan bajo puede caer un blog?
Probablemente, cuando luego de semanas de no escribir nada nuevo, le haces copy-paste a un mail de cumpleaños, eso debe ser tocar fondo en términos de flojera bloguística. Y eso fue precisamente lo que hice en el post anterior.
Y pensar que cuando partí con el blog escribía todos lo días (salvo domingos, como buen creador).
Pensar que me propuse escribir siempre material original. Pensar que siempre acusé de tramposos a aquellos que «reciclaban» material viejo para hacer nuevos posts.
¿Y en eso terminé? ¿Publicando mails? ¿Qué queda ahora? ¿Hablar de farándula? ¿Criticar video-juegos? ¿Sakarme fotos y eskribir todo asi komo fotolog???… 😉 !!!! :)===(::::?
Tengo mis descargos, sin embargo.
Primero: la intención original era publicar el mail y luego, al día siguiente comentar el cumpleaños. Pero al día siguiente lo urgente llenó la agenda de lo importante.
Segundo: había un época, previa al blog, en que mis mails masivos llegaron a gozar de gran fama en el reducido círculo de mis amigos. Los treinta años me pusieron nostálgico de aquello. Y a eso contribuyeron un par de amigos que alabaron mi mail. Poner en la ecuación mi ego y mi flojera tuvo un resultado nefasto.
Tercero: éste verano quieto, con poca gente, mucho transantiago y la sensación de que Santiago es el lugar incorrecto (pese a que, objetivamente, en febrero es mucho más vivible) me tenía un poco idiotizado. Las malas costumbres me absorbían: volví a jugar Starcraft, pasé muchas horas viendo a Delfín y Yasuri Yamilet en Youtube. Incluso me acostumbré a usar un MAC.
Hasta que vino la lluvia. En pleno febrero. Lluvia, olor a tierra, frío y calles limpias. Algo así tenía que ser una señal. Decidí sacudirme la modorra, dejarme de Youtubes y DVDs pirateados e invitar a Andrea al cine. Y la película que vimos me recordó que nunca es tarde para esforzarse y tratar de hacer que las cosas valgan la pena.
Y es que, por Dios, si alguien pudo hacer una película como «Children of man», yo simplemente no puedo vegetar publicando e-mails.
No señor, desde hoy, éste sera un blog nuevo y yo seré un hombre nuevo. Por algún tiempo, por lo menos.

viernes, 9 febrero 2007

LA CRISIS DE LOS 30 (El texto del mail de invitación a mi cumpleaños)

Filed under: Posts de la vida. — Miguel A. Labarca D. @ 4:32 pm

Lo transcribo porque un par de personas me dijeron que se habían sentido tocadas. Y otro par me escribieron para consolarme… entre broma y broma, la verdad asoma, deben haber pensado. Por suerte el espíritu del cumpleaños fue veinteañero, casi teenager…

**********************************************************************

Queridos todos,

Mañana cumplo treinta…

Sí, mañana cumplo treinta y me senté al computador con intención de escribir una de esas invitaciones antológicas llenas de datos freak, cultura pop, chistes internos e ingenio digno de mejor causa para hacerlos hacer pipí de la risa en sus lugares de trabajo.

Pero no bien empiezo, me censuro y borro lo empezado. Hay una voz dentro mía que me dice algo como: «mañana cumples treinta y todavía estás tratando de hacerte el chistoso por mail… por favor, hasta cuando, madura».

Y claro, ustedes conocen bien esa voz interna: la escuchan a diario, viven con ella y han aprendido a quererla. Esa voz interna es la adultez, sinónimo de realismo y resignación.

Así que, para que engañarnos. No será como antes. No irán porque tienen ganas, sino porque se sienten obligados. Tendrán que acarrear e incluso pelear con sus respectivas(os) porque es obvio que preferirán quedarse en la casa, ver una película y comer algo… o acostar a los niños tranquilos.

No será lo mismo… reiremos poco, beberemos responsablemente, comeremos pizzas con poco aliño, saldrán a fumar educadamente en la escalera y se quejarán de que el gato les da alergia.

Es todo lo que puedo ofrecer a éstas alturas. Adiós a las drogas duras, las mujeres bailando sobre la mesa, la fuerza pública tocando la puerta, la promiscuidad en el dormitorio, el vómito en el water, las promotoras de Lucky Strike y los amigos yéndose a las cinco de la tarde del día siguiente.

A mi edad (casi al final de mis días) he aprendido a no esperar nada de la vida. Volver a los orígenes, a tener cinco años y conformarme con que vinieran más de tres amigos al cumpleaños. Aunque se comieran mi torta, rompieran mis juguetes y al final me amarraran a un árbol para tirarme bombitas de agua.

Porque estar de cumpleaños en febrero es una escuela de la vida, señores. Enseña a ser fuerte, vivir con lo justo y templar el carácter. Enseña a valorar lo que se tiene aunque no sea demasiado. Es por eso que los quiero, a pesar de todo. Al final, son lo que hay.

Y a los treinta…. eso basta y sobra.

Los espero éste JUEVES 8 a las 8PM.

Deben llegar con buenas razones para superar la crisis de los 30.

Moderados y responsables cariños,

Mitch Gómez

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.