Han sido días difíciles y atareados, pero sobre todo difíciles, nublados con malas noticias. Pero malas noticias que dejaremos fuera del personaje, más allá o más acá de Mitch Gómez y de éste rincón de películas, guiones, tristezas y alegrías poco importantes pero muy entretenidas (para mi, por lo menos, espero que mis lectores me acompañen en eso).
Tanto ha pasado, que la noticia ya está un poco vieja, pero la registro igual. La idea, dosificando la información a favor del suspenso y la sorpresa, era que este post fuera una especie de segunda parte del post anterior. La producción me persigue, es cierto, pero aún queda espacio para la vocación, que no es otra cosa que tratar de cobrar por tu hobbie. Hace un par de semanas, con Ritch Guzmán, guionista de vocación, cientista social, profesor, karateka y actor de cine B por esas casualidades de la vida, dimos un pequeño pasito en esa dirección, ganando un premio del FONDO AUDIOVISUAL (el Fondart del cine) para la escritura de un guión de largometraje.
La plata es poca, pero la alegría mucha. Postulamos con dos proyectos. «Entrenador Personal» que nos volvieron a tirar por la cabeza y «Falaz» que fue con el que ganamos. Ahora tenemos seis meses para escribir y reescribir incansablemente tratamientos y escaletas y luego, cuando estemos seguros, escribir y reescribir incansablemente el guión, que es el producto final que financia este fondo.
«Falaz» es una idea que Ritch tenía hace mucho tiempo y me convenció (menos mal) de transformar en guión. Un mago de cumpleaños conoce a una niña y, en es mismo momento, sin saber como ni por qué, comienza a sacar, verdadera y literalmente, conejos de su sombrero. Fracasado en casi todo, mentiroso y sin nada que perder, parte con su nueva conquista a Mar del Plata, a probar suerte en las -supuestas- grandes ligas de la magia.
En Mar del Plata, obviamente, nada sale como esperan. Es invierno, el éxito es esquivo y, cuando se acaba los ahorros, la única forma de sobrevivir es vendiendo los conejos del sombrero. Ahí conocerán también a Manotti, un representante de artistas y Martina, una desabrida chica que según él, será la revelación del teatro de revistas.
Como pusimos en la fundamentación del proyecto en la que, irónicamente, fuimos sinceros, «Falaz» explora la idea de que el amor puede cambiarte. ¿Será verdad aquello? ¿Cuando nos enamoramos, nos convertimos realmente en mejores personas? ¿O es todo una ególatra fantasía y seguimos, en el fondo, siendo los mismos pelotudos de siempre? (Y peor aún, pelotudos inconscientes).
En seis meses les contamos.